De la Desesperación a la Esperanza: El Poder Transformador de Dios

¡Saludos a todos nuestros lectores de Amistad Cuautitlán!

En este tiempo de reflexión y preparación para la celebración del 24 de diciembre del 2023, reflexionamos en el Capítulo 37 del libro de Ezequiel. Este mensaje poderoso nos lleva de la desesperación a la esperanza, destacando el extraordinario poder transformador de Dios en nuestras vidas.

¿Has visto un esqueleto? ¿Cómo te sentiste?

Comencemos con esta pregunta, la cual nos lleva a reflexionar sobre la fragilidad de la vida y cómo a veces nos sentimos secos y desprovistos de esperanza. Pero la promesa divina es clara: «Pondré mi Espíritu en ustedes y vivirán.»

De la Muerte a la Vida: Preparación de un Milagro de Dios

El pastor Juan Carlos nos guía a través de la metáfora del Valle de los Huesos Secos, destacando cómo la muerte física y espiritual puede representar la pérdida de esperanza y conexión con Dios. Sin embargo, en medio de la sequedad, Dios prepara un milagro, mostrando su extraordinario poder al infundir vida en lo que parecía estar muerto.

El Espíritu que Da Vida

El Espíritu Santo es presentado como el viento catalizador, el aliento transformador que da vida. Nos sumergimos en la esencia divina de Dios, entendiendo que la restauración va más allá de lo físico, alcanzando la conexión y restauración espiritual más profunda.

De la Desesperación a la Esperanza: El Poder Transformador de Dios

Nos identificamos con el sentimiento de abatimiento de los israelitas, separados de su tierra y sin esperanza. Pero Dios declara un futuro mejor, un mensaje de esperanza y restauración no solo para Israel sino para toda la humanidad, incluyéndonos.

La Restauración de Dios: Aplicable a Todos

Dios tiene planes de restauración y renovación para aquellos que se sienten secos o abandonados. La restauración no es exclusiva, es para todos aquellos que buscan Su poder transformador.

Preguntas para la Reflexión Personal y Comunitaria

El blog concluye con preguntas que invitan a los lectores a reflexionar sobre su propia vida, su relación con Dios y la posibilidad de experimentar la restauración divina tanto a nivel individual como comunitario.

Experimenta el Poder Transformador en Amistad Cuautitlán

Finalmente, se destaca que, en Amistad Cuautitlán, estamos aquí para acompañarte en tu viaje de fe. Te invitamos a unirte a nosotros para experimentar la restauración de Dios y el renacer de la esperanza aún en medio de la desesperación.

Que este mensaje sea una fuente de inspiración y consuelo para todos nosotros. ¡Te esperamos en Amistad Cuautitlán para vivir juntos el poder transformador de Dios!

Con esperanza y amor,
Juan Carlos García
Pastor

Navegando las transiciones de la vida: Explorando los desafíos y oportunidades de la edad adulta

Conclusión:
Navegar por las transiciones de la vida puede ser un viaje lleno de desafíos y oportunidades. A medida que avanzamos hacia la edad adulta, es vital abrazar el cambio, confiar en Dios a través de los desafíos, aprovechar las oportunidades de crecimiento y propósito, y buscar su guía en cada transición. Recuerda, no estás solo en este viaje. Seguramente quieres crecer y conocer lo que te depara en el futuro. Haz a un lado la incertidumbre, Dios está contigo en cada paso del camino, ofreciéndote Su sabiduría, consuelo y gracia. Entonces, da un paso adelante con fe, sabiendo que lo mejor está por venir.

Introducción:
Cumplir 18 años marca un momento importante en la vida de un joven. Es un tiempo de transición, donde uno deja atrás las comodidades familiares de la infancia y se adentra en los territorios desconocidos de la edad adulta. Habrá que tomar decisiones y ser responsables denuestras acciones. Esta fase puede ser emocionante y desalentadora, llena de desafíos y oportunidades. En esta publicación, profundizaremos en el viaje de navegar las transiciones de la vida, exploraremos los obstáculos que podemos enfrentar y descubriremos las increíbles oportunidades que se avecinan.

Aceptar el cambio: las estaciones de la vida
La vida es una serie de estaciones, y la transición a la edad adulta es una de esas estaciones. Así como la tierra pasa por ciclos de cambio, nuestras vidas también pasan por períodos de transformación. Eclesiastés 3:1-8 nos recuerda que hay un tiempo para todo debajo del sol: tiempo de llorar y tiempo de reír, tiempo de llorar y tiempo de bailar. A medida que aceptamos el cambio y reconocemos las diferentes estaciones de nuestra vida, podemos atravesar las transiciones con un sentido de propósito y esperanza.

Desafíos de la edad adulta
Entrar en la edad adulta trae consigo una buena cantidad de desafíos. Desde tomar decisiones importantes en la vida hasta encontrar nuestra identidad y enfrentar nuevas responsabilidades, el camino puede parecer abrumador a veces. ¿Sabes con quién vas a vivir el resto de tu vida? ¿Sabes a qué te vas a dedicar? Sin embargo, no estamos solos en este viaje. Proverbios 3:5-6 nos anima a confiar en el Señor con todo nuestro corazón y no apoyarnos en nuestro entendimiento. A medida que buscamos la guía de Dios, Él dirigirá nuestros caminos y brindará la sabiduría que necesitamos para superar estos desafíos.

Oportunidades de Crecimiento y Propósito
En medio de los desafíos, la edad adulta presenta oportunidades increíbles para el crecimiento y el propósito. Jeremías 29:11 nos recuerda que Dios tiene planes para prosperarnos y darnos esperanza y un futuro. A medida que avanzamos hacia la edad adulta, tenemos la oportunidad de continuar nuestra educación, descubrir nuestras pasiones y servir a los demás. 1 Pedro 4:10 nos anima a usar nuestros dones para servirnos unos a otros, contribuyendo al mejoramiento de la sociedad y encontrando satisfacción en el proceso.

Buscando la guía de Dios en las transiciones
Uno de los aspectos más cruciales de navegar las transiciones de la vida es buscar la guía de Dios. Proverbios 16:9 nos asegura que en nuestro corazón planeamos nuestro rumbo, pero es el Señor quien establece nuestros pasos. Si confiamos en la dirección de Dios y escuchamos la voz apacible y delicada del Espíritu Santo, podemos tomar decisiones con confianza, sabiendo que Él nos está guiando fielmente a lo largo del camino. El Salmo 32:8 nos recuerda que Dios nos instruirá y nos enseñará el camino que debemos seguir. Se requiere desarrollar el rasgo de carácter Flexible para recibir la Palabra de Dios, entenderla y aplicarla en nuestras vidas.

En esta publicación, hemos explorado los desafíos y las oportunidades que surgen a medida que hacemos la transición a la edad adulta. Es mi oración que estas ideas te inspiren a aceptar el cambio, enfrentar los desafíos con fe y perseguir el propósito y el potencial que tienes por delante con la ayuda de Dios. Recuerda, estás equipado para navegar por las transiciones de la vida y tener un impacto significativo en el mundo que te rodea.

La profecía no es sólo un ejercicio intelectual, también debe vivirse. Te explico cómo.

El libro de Ezequiel está lleno de visiones proféticas y actos simbólicos que permiten vislumbrar la mente y la voluntad de Dios. Uno de los capítulos más intrigantes y simbólicos de este libro es el capítulo 4, que presenta una extraordinaria ayuda visual que Ezequiel recibió instrucciones de realizar como señal de juicio contra Jerusalén.

En este capítulo, Dios le ordena a Ezequiel que tome un ladrillo y dibuje en él una representación de la ciudad de Jerusalén. Luego se le indicó que colocara una plancha de hierro entre él y el ladrillo y que se acostara sobre su lado izquierdo durante 390 días, que era el número de años que Israel sufriría bajo el cautiverio babilónico. Después de esto, se acostaría sobre su lado derecho durante 40 días, que era el número de años que Judá sufriría bajo el mismo cautiverio.

Ezequiel también recibió instrucciones de comer una dieta limitada y específica durante este tiempo, que incluía una mezcla de granos, frijoles, lentejas, mijo y cebada, cocidos sobre excrementos humanos. Este fue un acto simbólico que representaba la severa hambruna que vendría sobre el pueblo de Jerusalén.

Toda la escena estaba destinada a ser una señal vívida e inquietante para el pueblo de Israel, una representación tangible del juicio que vendría sobre ellos. El simbolismo del ladrillo, la sartén de hierro y los alimentos específicos que Ezequiel debía comer tenían la intención de comunicar la severidad del juicio venidero.

Pero más allá del acto simbólico en sí, hay un significado más profundo en este capítulo. El énfasis en el acto simbólico sirve para enfatizar el significado de la profecía misma. La profecía no es solo un mensaje para ser escuchado o leído; es algo para ser experimentado, algo que debería impulsarnos a la acción.

Mediante el uso de símbolos y ayudas visuales, Dios comunica Su mensaje de una manera poderosa y memorable. El acto simbólico de Ezequiel no fue solo un espectáculo extraño e inquietante, fue un mensaje de Dios que perduraría en el pueblo de Israel durante las generaciones venideras.

Hoy en día, puede que no seamos llamados a realizar actos tan dramáticos y simbólicos, pero el mensaje del capítulo 4 de Ezequiel sigue siendo relevante. La profecía no es sólo un ejercicio intelectual; es una llamada a la acción. Estamos llamados a tomar en serio las advertencias y mensajes de Dios y responder con arrepentimiento y obediencia.

El libro de Ezequiel y otros libros proféticos, nos hacen recordar que el simbolismo y las ayudas visuales utilizadas por los profetas no son solo florituras decorativas. Son elementos esenciales del mensaje que Dios nos está comunicando, y debemos tomarlos en serio. Que podamos responder a la palabra profética de Dios con humildad, obediencia y voluntad de actuar.

Depende de Dios. Así es como debes hacerlo.

En nuestra vida diaria, a menudo nos enfrentamos a situaciones difíciles que pueden hacernos sentir abrumados e inseguros. Podemos encontrarnos haciendo preguntas como «¿Por qué yo?» o «¿Qué hice para merecer esto?» Es en estos momentos que debemos recordar las palabras de Romanos 8:18: “Porque considero que los sufrimientos de este tiempo presente no son comparables con la gloria que se nos ha de revelar”.

Este versículo nos recuerda que incluso en medio de nuestras luchas, podemos encontrar esperanza en la promesa de un futuro mejor. También nos recuerda que nuestros sufrimientos actuales, por difíciles que sean, son temporales e insignificantes comparados con el gozo eterno que nos espera en el cielo.

Una de las formas en que podemos aprovechar esta esperanza y encontrar fortaleza en tiempos difíciles es a través de la oración. La oración es una herramienta poderosa que nos conecta con Dios y nos ayuda a buscar su guía, consuelo y fortaleza. A través de la oración, podemos profundizar nuestra relación con Dios y aprender a confiar más plenamente en Él.

Aprender a orar puede ser un desafío, especialmente si no estamos acostumbrados a dedicar tiempo a la oración en nuestras ocupadas vidas. Sin embargo, es una habilidad que se puede desarrollar con práctica y paciencia. Aquí hay algunos consejos para ayudarlo a convertirse en una oración más efectiva e intencional:

  1. Aparta un tiempo para la oración cada día. Incluso si son solo unos minutos, hacer de la oración un hábito diario puede ayudarlo a mantenerse conectado con Dios y hacer espacio para Él en su vida.
  2. Sé honesto con Dios. No tengas miedo de compartir tus dudas, miedos y luchas con Él. Él ya sabe lo que hay en tu corazón, pero compartirlo con Él puede ayudarte a procesar tus emociones y encontrar la paz.
  3. Utiliza las Escrituras como guía. La Biblia está llena de oraciones y promesas que pueden inspirarnos y animarnos en nuestra propia vida de oración. Utilice las Escrituras como guía para sus oraciones y permita que moldeen sus pensamientos y sentimientos.
  4. Escucha la voz de Dios. La oración no se trata solo de hablar con Dios, sino también de escuchar su respuesta. Quédate quieto y escucha Su voz, ya sea a través de la Biblia, un amigo o un sentimiento en tu corazón.

A medida que aprendemos a orar y nos volvemos más dependientes de Dios, podemos encontrar fortaleza y esperanza en medio de nuestras pruebas. Recuerda que no importa por lo que estemos pasando, nuestros sufrimientos presentes son temporales e insignificantes comparados con la gloria eterna que nos espera en el cielo. Así que perseveremos en la oración y confiemos en el amor y la fidelidad de Dios.

Por qué debemos creer en Jesús.

Cree en Jesús


Reflexiones sobre Marcos 14:53-65

El pasaje de Marcos 14:53-65 proporciona un argumento convincente de por qué debemos creer en Jesucristo. En este relato vemos cómo Jesús es tratado por los líderes religiosos de su tiempo, y cómo su comportamiento tranquilo y firme contrasta con su comportamiento agresivo y vengativo de ellos. Este pasaje nos da varias razones por las que debemos creer en Jesús y por qué debemos confiar en él como nuestro Señor y Salvador.

En primer lugar, vemos que Jesús es un hombre inocente. A lo largo de este pasaje, el Sanedrín trata de encontrar formas de acusarlo de un crimen, pero no pueden hacerlo. Traen testigos falsos, pero sus historias no concuerdan. Intentan atraparlo con preguntas, pero él siempre responde con sabiduría y verdad. Incluso cuando el sumo sacerdote le pregunta directamente si él es el Mesías, el Hijo de Dios, Jesús responde con sencillez y sinceridad: «Yo soy» (Mc 14,62). Este es un hombre que no ha hecho nada malo y, sin embargo, es condenado por las mismas personas que deberían defender la justicia y la rectitud.

En segundo lugar, vemos que Jesús está dispuesto a sufrir por nosotros. Mientras está de pie ante el Sanedrín, Jesús sabe lo que viene. Sabe que será golpeado, burlado y finalmente condenado a muerte. Y, sin embargo, no se resiste. Él no se defiende. Ni siquiera trata de defenderse. En cambio, se somete a su prueba, sabiendo que está cumpliendo la voluntad de su Padre que está en los cielos. Esta es una poderosa demostración de amor y sacrificio. Jesús está dispuesto a soportar todo esto por el bien de aquellos que creerán en él.

En tercer lugar, vemos que Jesús es quien dice ser. Cuando el sumo sacerdote le pregunta si él es el Mesías, el Hijo de Dios, Jesús responde con una clara afirmación: «Yo soy» (Mc 14,62). Esta es una declaración audaz, y habría sido una blasfemia si no fuera verdad. Pero Jesús no está haciendo un reclamo vacío. A lo largo de su ministerio, ha demostrado su poder y autoridad a través de sus milagros y enseñanzas. Ha demostrado que no es solo un gran maestro o profeta, sino que es el Hijo de Dios, enviado para salvar al mundo.

A la luz de estas verdades, nos sentimos atraídos a creer en Jesús y a confiar en él como nuestro Señor y Salvador. Podemos tener confianza en que él es quien dice ser y que está dispuesto a sufrir por nosotros. Podemos descansar sabiendo que él es inocente y que ha tomado nuestro lugar en la cruz, pagando la pena por nuestros pecados. Al reflexionar sobre los eventos que llevaron al juicio y crucifixión de Jesús, recordamos el gran amor que él tiene por nosotros, y somos inspirados a vivir nuestras vidas de una manera que lo honre y lo glorifique.

Es importante que todos lleguemos a conocer el amor y la gracia de Jesucristo, y que vivamos nuestras vidas de una manera que refleje su amor y sacrificio. Confiemos en él con todo nuestro corazón y sigámoslo dondequiera que nos lleve.

El poder de la empatía: cómo ser un mejor ser humano a través del servicio

Basado en Juan 13:1-20

Jesús lavando los pies de sus discípulos.

En la sociedad de hoy, a menudo se nos dice que el éxito y la felicidad provienen de lograr poder, riqueza y estatus. Se nos dice que debemos esforzarnos por la grandeza, escalar la escalera del éxito y ser los mejores. Sin embargo, como vemos en Juan 13:1-20, la verdadera grandeza no proviene del poder o la posición, sino de servir a los demás con humildad y amor.

El ejemplo de la humildad de Cristo

En este pasaje, Jesús lava los pies de sus discípulos, un acto de servicio reservado para los sirvientes más bajos. Al hacerlo, nos muestra que la verdadera grandeza no proviene del estatus o el poder, sino de servir a los demás. Él establece un ejemplo para que lo sigamos, enseñándonos que el amor y la humildad van de la mano. En un mundo que valora el éxito basado en posesiones materiales y estatus, puede ser fácil olvidar la importancia de servir a los demás. Sin embargo, como seguidores de Cristo, estamos llamados a amar y servir a los demás, tal como él lo hizo.

El llamado a seguir el ejemplo de Cristo

En Juan 13:14-15, Jesús dice: «Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Les he dado el ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes». Jesús está diciéndole a sus discípulos – y a nosotros – que si queremos seguirlo, debemos seguir su ejemplo de servicio y humildad. Seguir el ejemplo de Cristo significa estar dispuestos a servir a los demás, incluso si significa poner nuestras propias necesidades y deseos a un lado. Significa reconocer que no somos el centro del universo y que la verdadera grandeza proviene de servir a los demás. Significa humillarnos, tal como lo hizo Cristo cuando lavó los pies de sus discípulos.

La bendición de seguir el ejemplo de Cristo

Jesús nos promete una bendición si seguimos su ejemplo de servicio y humildad. En Juan 13:17, dice: «Pues ya saben estas cosas, y serán felices si las ponen en práctica». La bendición de servir a los demás es que nos permite amar como Cristo nos amó. Nos permite poner las necesidades de los demás antes que las nuestras y mostrarles el amor y la compasión de Cristo. Cuando servimos a los demás con humildad, podemos romper las barreras que nos separan y crear un sentido de comunidad y unidad. Podemos mostrar el amor de Cristo de maneras tangibles, ya sea mediante el voluntariado en un refugio local o simplemente ayudando a un vecino necesitado.

Aplicación:

El llamado a la humildad y el servicio que vemos en Juan 13:1-20 es un recordatorio poderoso de lo que realmente importa en la vida. No se trata de acumular poder o riqueza, sino de servir a los demás con amor y humildad, tal como lo hizo Cristo. Siguiendo el ejemplo de Jesús, podemos romper las barreras que nos separan y construir comunidades fuertes y amorosas. Podemos demostrar el amor y la compasión de Cristo a través de nuestros actos de servicio y humildad. Y, como promete Jesús, seremos felices si ponemos en práctica estos principios en nuestras vidas.

Entonces, ¿cómo podemos poner en práctica el llamado a la humildad y el servicio en nuestras propias vidas? Busquemos oportunidades para servir a los demás, ya sea a través del servicio en nuestra iglesia local, ayudando a un vecino necesitado o simplemente buscando maneras de ser amables y compasivos en nuestra vida diaria. También podemos cultivar la humildad en nuestras propias vidas, reconociendo que no somos el centro del universo y que la verdadera grandeza proviene de servir a los demás. Podemos practicar la empatía y la compasión, poniéndonos en los zapatos de los demás y tratando a los demás con el mismo amor y respeto que deseamos para nosotros mismos.

En resumen, el llamado a la humildad y el servicio es un recordatorio poderoso de lo que realmente importa en la vida. Si seguimos el ejemplo de Cristo y nos esforzamos por servir a los demás con amor y humildad, podemos experimentar la verdadera grandeza y felicidad en nuestras vidas.

Arrepiéntete, te digo cómo.

EXAMINA TU CORAZÓN

Mateo 21:23-32 registra un encuentro entre Jesús y los principales sacerdotes y ancianos del templo en Jerusalén. Éstas personas cuestionaron la autoridad de Jesús, preguntándole con qué autoridad hacía las cosas que hacía.

En respuesta, Jesús les preguntó si el bautismo de Juan era del cielo o del hombre. Los líderes religiosos quedaron atrapados en un dilema, ya que tenían miedo de decir que el bautismo de Juan era de hombre porque la gente creía que Juan era un profeta, pero tampoco querían decir que era del cielo porque no creían en el mensaje de Juan.

Entonces Jesús les contó la parábola de los dos hijos, donde uno de los hijos dice que obedecerá a su padre pero no lo hace, y el otro, que inicialmente se niega pero termina obedeciendo. El punto de la parábola es que los líderes religiosos son como el primer hijo que dice que obedecerá los mandamientos de Dios pero no lo hace, mientras que los recaudadores de impuestos y las prostitutas, a quienes desprecian, son como el segundo hijo que inicialmente desobedece pero luego se arrepiente y obedece.

La respuesta de Jesús a los líderes religiosos revela su sabiduría y autoridad. Expone su hipocresía e incredulidad, y muestra que la verdadera obediencia a Dios no es un asunto de apariencia exterior o estatus religioso, sino de arrepentimiento y fe.

Al reflexionar sobre este pasaje, podemos preguntarnos si somos como los líderes religiosos que afirman obedecer a Dios pero no lo hacen, o como los recaudadores de impuestos y las prostitutas que se arrepienten y obedecen. Podemos examinar nuestros corazones y pedirle a Dios que revele cualquier área de hipocresía o incredulidad, y que nos ayude a volvernos hacia él en arrepentimiento y fe.

También podemos aprender del ejemplo de sabiduría y discernimiento de Jesús. No respondió a los líderes religiosos con ira o actitud defensiva, sino con una parábola que reveló la verdad y expuso sus corazones. Nosotros también podemos pedirle a Dios sabiduría y discernimiento en nuestras interacciones con los demás, especialmente con aquellos que se nos oponen o cuestionan nuestra fe.

Finalmente, podemos ser alentados por la gracia y la misericordia de Dios, que acoge a todos los que se arrepienten y se vuelven hacia él, independientemente de sus pecados pasados o de su condición religiosa. Que respondamos a su llamado con corazones humildes, arrepentimiento y fe, y que demos frutos para su reino.

Pato o Águila, tú decides.

Te comparto esta reflexión esperando que sea de bendición para tu vida:

Harvey Mackay estaba esperando en la cola de un taxi en el aeropuerto. Cuando se detuvo un taxi, lo primero que notó Harvey fue que el taxi estaba pulido hasta tener un brillo resplandeciente. Elegantemente vestido con una camisa blanca, corbata negra y pantalones negros recién planchados, Wally, el taxista, saltó y rodeó el auto para abrir la puerta trasera. Harvey notó que el interior de la cabina hacía juego con el exterior: impecablemente limpio. Cuando Wally se sentó detrás del volante, dijo: “¿Quieres una taza de café? Tengo un termo de regular y uno de descafeinado. Bromeando, Harvey dijo: “No, prefiero un refresco”. Wally sonrió y dijo: “No hay problema. Tengo una hielera al frente con Coca-Cola normal y dietética., agua y jugo de naranja.” Casi tartamudeando, Harvey dijo: “Tomaré una Coca-Cola Light”. Al darle a Harvey su bebida, Wally dijo: «Si quieres algo para leer, tengo The Wall Street Journal, Time, Sports Illustrated y USA Today».

Cuando el taxi se alejó de la acera, Wally le entregó a Harvey una tarjeta plastificada y dijo: «Estas son las estaciones que recibo y la música que ponen si desea escuchar la radio». Como si eso no fuera suficiente, Wally le dijo a Harvey que el aire acondicionado estaba encendido y preguntó si la temperatura era agradable. Luego, el conductor le informó a Harvey sobre la mejor ruta a su destino para esa hora del día. Wally también le hizo saber a Harvey que estaría feliz de conversar y contarle sobre algunos de los lugares de interés o, si Harvey lo prefería, dejarlo con sus propios pensamientos. “Dime, Wally”, preguntó el asombrado pasajero, “¿siempre has atendido a los clientes así?” Wally sonrió y miró por el espejo retrovisor. “No, no siempre. De hecho, sólo ha sido en los últimos dos años. Mis primeros cinco años conduciendo, pasé la mayor parte del tiempo quejándome como lo hacen el resto de los taxistas. Luego escuché a un tipo en la radio decir que si te levantas por la mañana esperando tener un mal día, rara vez te decepcionarás a ti mismo. Él dijo: ‘Deja de quejarte. Diferénciate de tu competencia. no seas un pato.

Sé un águila. Los patos graznan y se quejan. Las águilas vuelan por encima de la multitud”. “Así que decidí cambiar mi actitud y convertirme en águila . Miré a los otros taxis ya sus conductores. Los taxis estaban sucios, los conductores eran antipáticos y los clientes no estaban contentos. Así que decidí hacer algunos cambios. Pongo unos pocos a la vez. Cuando mis clientes respondieron bien, hice más”. “Supongo que te ha valido la pena”, dijo Harvey. «Seguro que sí», respondió Wally. “Mi primer año como águila, dupliqué mis ingresos del año anterior. Este año, probablemente lo cuadruplique”. Wally, el taxista, tomó una decisión diferente. Decidió dejar de graznar como un pato y comenzar a planear como un águila.

Tomado de la columna del periodista Harvey Mackay, autor del bestseller número 1 del New York Times «Nadar con los tiburones sin ser comido vivo».

Sé que esto puede parecer un montón de tonterías de «autoayuda», pero es verdad. Creo que los gurús de la autoayuda simplemente lo arrancaron de las Escrituras.

Aquí está:

pero los que confían en el Señor recobran las fuerzas y levantan el vuelo, como las águilas; corren, y no se cansan; caminan, y no se fatigan.

Isaías 40:31 RVC

¿Pato o águila? Es tu elección.

Responsabilidad personal y justicia

Responsabilidad personal y justicia: Lecciones de Ezequiel 18

En el libro de Ezequiel, Capítulo 18, encontramos un poderoso mensaje que resuena a través de las generaciones: el concepto de responsabilidad y justicia personal.  Este capítulo nos desafía a reflexionar sobre las consecuencias de nuestras acciones y el papel que juegan en la configuración de nuestras vidas.  Profundicemos en las ideas que ofrece Ezequiel 18 y exploremos cómo siguen siendo relevantes en nuestro mundo moderno.

El mensaje de la responsabilidad personal: Ezequiel 18:20 entrega un mensaje directo: «El alma que pecare, esa morirá. El hijo no sufrirá por la iniquidad del padre, ni el padre sufrirá por la iniquidad del hijo».  Este versículo subraya la responsabilidad del individuo por sus propias acciones, separando la carga de la culpa de una generación a otra.  En una sociedad donde el cambio de culpa y las excusas son comunes, esta enseñanza nos recuerda que tenemos el control de nuestras elecciones y sus consecuencias.

Romper el ciclo: el capítulo desafía la idea de que el destino está determinado únicamente por el linaje o la educación de uno.  Presenta una perspectiva refrescante de que cada persona tiene la agencia para liberarse de patrones negativos y trazar un nuevo curso.  Esta idea tiene importancia en nuestro mundo, donde las personas a menudo se sienten atrapadas por su pasado o sus circunstancias.  El mensaje de Ezequiel nos empodera para tomar las riendas de nuestras vidas y hacer cambios positivos sin importar nuestra historia.

Justicia equitativa: Ezequiel 18 aboga por la justicia equitativa, enfatizando que la justicia y la maldad se atribuyen a los individuos respectivos.  Esto se alinea con las nociones modernas de equidad y responsabilidad dentro de los marcos legales y morales.  El versículo nos recuerda que la justicia debe basarse en las acciones del individuo y no en prejuicios predeterminados, promoviendo una sociedad más justa e inclusiva.

Lecciones para hoy: Ezequiel 18 podría haber sido escrito hace siglos, pero sus enseñanzas siguen siendo tan relevantes como siempre.  En una era digital donde la información se comparte ampliamente, el principio de responsabilidad personal se vuelve aún más importante.  Internet ha hecho que sea más fácil responsabilizar a las personas por sus acciones, destacando el impacto duradero de lo que decimos y hacemos.

Ezequiel 18 sirve como un recordatorio eterno de que nuestras acciones tienen consecuencias y tenemos el poder de dar forma a nuestro destino a través de elecciones responsables.  Este capítulo nos desafía a examinar nuestras vidas, romper ciclos negativos y contribuir positivamente a nuestras comunidades.  Mientras navegamos por las complejidades del mundo moderno, la sabiduría de Ezequiel 18 continúa guiándonos hacia un camino de responsabilidad personal, justicia y cambio significativo.

Amar como Jesús en medio de una cultura de tolerancia.

En este tiempo donde la tolerancia es invocada por todos lados, a veces parece que ser cristiano es ser diferente y muchas veces se nos etiqueta como intolerantes. ¿Pueden coexistir la tolerancia y la fe? La gente no siempre va a estar de acuerdo con nosotros y, de hecho, se hacen hostiles hacia los cristianos que manifestamos convicciones bíblicas y cristianas. Sin duda, la forma en que Jesús lidió con las opiniones diferentes marca la opción que debemos seguir. Estarás de acuerdo que una actitud de perdón y una postura de misericordia o compasión nos ayudarán a caminar en sabiduría hacia aquellas personas que piensan y actúan diferente que nosotros los cristianos. Por ello veremos seis formas de cómo amar a las personas.

Controla tus emociones.

Jesús enfrentó a gente obstinada y terca. Los fariseos y escribas, multitudes confundidas y a un gobierno indiferente quienes se resistían a aceptarle. Vemos en Marcos 3:5 que él llegó a enojarse y a entristecerse debido a la dureza de sus corazones, sin embargo, realiza el milagro de sanar la mano del hombre que la tenía paralizada, al mismo tiempo. A pesar de su enojo (sin pecado) y su tristeza, el Señor Jesús controló sus emociones y decidió hacer la voluntad de Dios en su vida, mostrándonos así lo que podemos hacer, mantener en control nuestras emociones.

Vence el mal haciendo el bien.

Siempre he admirado en Jesús que tenía un objetivo claro cuando estuvo aquí en la tierra, buscaba salvar a los perdidos, esa era su misión. Tenía una determinación impresionante de no permitir que otros lo desviaran de su propósito. Muchas personas organizan protestas y publican en las redes sociales insultos para responder a quien piensa diferente que ellos. ¿Recuerdas cómo reaccionó Pedro, el discípulo de Jesús, cuando venían por el Señor para llevárselo y condenarlo? Pedro trató de pagar mal por el mal cuando le rebanó la oreja a un guardia romano; pero el Señor reaccionó con una actitud sanadora, ¡le sanó la oreja! ¿Cuál será nuestra reacción cuando enfrentemos oposición a nuestra fe? La Palabra de Dios nos desafía en Romanos 12:17: Nunca le paguen a nadie mal con mal. Al contrario, busquen hacerles el bien a todos.

Ama a los que se te oponen.

Si, ya sé que debemos orar por nuestros enemigos; pero amarlos es algo más cristiano y valioso. ¿Cómo hacerlo? Debemos recordar que nuestros oponentes no son personas físicas. Nuestra lucha es contra ideologías, fortalezas o patrones de pensamiento y creencias. Sabemos, por lo que dice Efesios 6, que nuestra verdadera guerra es en el mundo espiritual y así debemos pelear, con las armas espirituales que la Palabra de Dios nos da. Las personas, realmente viven confundidas y no les ha amanecido porque están cautivos por el enemigo, ese sí, de nuestras almas. Por eso no debemos luchar o pelear contra las personas sino contra nuestros verdaderos enemigos. Pero ¿Cuál es el siguiente paso?

Busca un cambio de corazón y no un cambio de opinión.

¿Qué hacer cuando las cosas se pongan difíciles? ¿En qué términos debemos pelear? Jesús se enfrentó a sus oponentes con Gracia y Verdad. ¿Recuerdas cuándo llegó al templo y vio a los mercaderes y cambistas allí? Les volteó las mesas, literal y estratégicamente. Si se enojó; pero no se peleó con ellos ni en sus términos. En otro caso, confrontó a los fariseos y escribas preguntándoles: “¿Qué es más fácil? ¿Decir: “Tus pecados te son perdonados”, o decir: “Levántate y anda”?

Deja que el Espíritu Santo te guíe.

¿Cómo amar a una persona adicta, esquizofrénica, a la chica que vive con su novio o transgénero? Hay que hacer a un lado nuestra mente estrecha y ver lo que la Palabra de Dios nos dice en 1 Corintios 13:4-7:

El amor es paciente, es benigno; el amor no es envidioso; el amor no es presumido ni orgulloso; no se comporta con rudeza ni es egoísta ni se enoja fácilmente ni guarda rencor; al amor no le gustan las injusticias y se regocija cuando triunfa la verdad. El amor disculpa todos los errores, siempre confía en la persona amada, espera de ella lo mejor y todo lo soporta.

En el contexto de esta cita, se nos habla de los dones y habilidades que el Espíritu Santo nos da y, por ello, se trata de permitir que sea el Espíritu Santo quien nos ayude a hacer la diferencia. Para marcar la diferencia se necesita amor. Sólo el Espíritu Santo nos puede dar ese tipo de amor sobrenatural por las personas. Esa es mi oración, que el Espíritu Santo nos dé la capacidad y/o nos ayude a desarrollar ese tipo de amor, ese tipo de mentalidad y ese tipo de corazón hacia los demás. Es decir, no se trata de ser sólo tolerantes con los demás. El Espíritu de Verdad de Dios siempre será más fuerte que la tolerancia de la cultura. O tú ¿qué opinas?

Cómo cultivar nuestra confianza en Dios.

Entre cristianos se repite constantemente la frase «Ten confianza en Dios», a mí me la han dicho muchas ocasiones, seguramente a ti también. Pero ¿Cómo se logra esto? ¿Cómo podremos confiar en alguien que no vemos? Si, estamos hablando de fe en Dios y vamos a ver cómo podemos confiar en Jesucristo con todo nuestro corazón.

En el mundo se enseña que la confianza debe ganarse y parece que lo más importante es tener una buena autoestima para obtener seguridad y confianza en uno mismo; pero la Palabra de Dios enseña que primero se debe confiar en Dios. Proverbios 3:5 dice: Confía en el SEÑOR con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia inteligencia. Es decir, no debes depender de ti mismo, necesitas entender y conocer quién es Dios. Parece difícil, lo es, porque deberás hacer a un lado tus propios planes y expectativas para rendirte a los planes de Dios en tu vida. Si, ya sé, pudieras estar pensando que es tan difícil que se ha vuelto imposible para ti. ¿Qué hacer?

Clama a Dios, es así como podrás mostrar dependencia a Dios. Dios es el gran recurso que tienes a tu disposición. Necesitas clamar a Él y así estarás mostrando tu dependencia. Cuando oras, admites que Sus caminos son más altos que los tuyos y dejas tus problemas, cargas y sueños en Sus manos capaces. De hecho, la Biblia promete que cuando te acerques a Él en oración, Él te escuchará. Proverbios 3:6 dice: Reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus sendas. Se trata de entregarle las llaves de tu vida a Él para que Él te guíe.

Hay personas que me han dicho que les es imposible confiar en Dios porque desean hacer otras cosas y no las de Dios precisamente. Esos deseos resultan ser cosas apasionantes y la Biblia las describe como concupiscencias, las cuales se pueden entender como las cosas que nos atraen a la vista o nos provocan sensaciones que pensamos son bendiciones. ¿Qué hacer? Huye del mal. Proverbios 3:7 es claro cuando nos dice: No seas sabio en tu propia opinión: Teme al SEÑOR y apártate del mal. Sin duda, tendrás que apartarte de esas influencias que te llevan al mal y quieren arrastrarte hacia la destrucción de tu vida. Si, huir de los malos deseos implicará que pases tiempo con Dios, que clames a Él y te apoyes plenamente en Él. Atrévete a conocerle, aprende Su Palabra y al alejarte del mal tendrás buenos resultados en tu vida. Proverbios 3:8 lo confirma: porque será medicina para tu carne y refrigerio para tus huesos. Huir del mal requiere un compromiso serio.

Estamos acostumbrados a lo fácil y lo más fácil es ponernos a nosotros mismos primero. Si tuvimos algún logro nos queremos felicitar y recibir el reconocimiento de los demás. Si nos va mal, nos hacemos la víctima y buscamos echarle la culpa a otras personas. Si tenemos ganancias preferimos guardar el dinero y hacernos ricos porque generalmente tenemos un punto de partida centrado en nuestro egoísmo. Por eso, es muy importante este consejo: Pon a Dios primero en tu vida. Debes aprender a centrar tu vida, tus intereses y logros en Dios antes que nada y que nadie. Proverbios 3:9-10 Honra al SEÑOR con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. Así tus graneros estarán llenos con abundancia,
y tus lagares rebosarán de vino nuevo.

Aprende a controlarte por medio de la Palabra de Dios. La verdad, es que nosotros tenemos la tendencia a justificar nuestros pecados, no somos tan buenos para evaluarnos a nosotros mismos. Haremos todo lo posible para excusarnos. La Palabra de Dios nos ubica en dónde realmente estamos parados. A veces no nos va a gustar lo que veamos. Proverbios 3: 11 nos lo dice así: No deseches, hijo mío, la disciplina del SEÑOR ni te resientas por su reprensión. Para hacer los cambios en tu vida que te ayuden a superar lo malo en tu vida requerirás guardar su Palabra en tu corazón. Es necesario ponerla en práctica, Dios la usará para tratar con nosotros. No olvides que Dios tiene planes para ti, planes de bendición.

El mismo Jesús dice en Su Palabra que el mejor consejero que podemos tener es el Espíritu Santo. Tener al Espíritu Santo como consejero nos permite vivir con dirección y confiados en la presencia de Dios. Escucha al Espíritu Santo, déjate guiar por Él. No tienes que esperar más para guiar tu vida con verdad y la seguridad que sólo te dará la presencia del Espíritu en tu vida. La realidad del Espíritu prometida por Jesús dará a tu vida certeza y sabiduría. Podrás vivir confiado y seguro.

¿Dónde está Dios cuando lo necesito? ¿Por qué me suceden cosas malas? Lo que te puedo decir es: Descansa en el amor de Dios. La Palabra de Dios dice en Proverbios 3:12 porque el SEÑOR disciplina al que ama, como el padre al hijo a quien quiere. Aún cuando hay confusión en nuestra vida, Dios no se desaparece. Él ha prometido estar contigo y conmigo, con nosotros. Él, que es un Padre amoroso, no nos deja. Siempre va a buscar cómo ayudarnos y nos mostrará una oportunidad para el arrepentimiento y oportunidad para la Salvación. Si, seguir estos pasos no será fácil porque tendremos que negarnos a nosotros mismos. Yo te animo a que confíes en el Señor con todo tu corazón y él te dará lo que necesites para prosperar en tu vida. Si, confiar en Dios requerirá un compromiso de todo tu corazón. Lo importante es que Él no te abandonará. Ya lo dijo en Mateo 28:20b «…Y he aquí, yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo”.

Orando por dirección a Dios.

Padre celestial, estamos orando y nos ponemos de acuerdo en el maravilloso y poderoso nombre de tu hijo Jesucristo. Tu Palabra dice que en donde dos o tres estén reunidos allí estarás tú en medio de ellos y cualquier cosa en la que nos pongamos de acuerdo Tú la harás.

Padre, en el nombre de Jesús no hay distancia en el Espíritu y nosotros te agradecemos y por eso oramos a ti.

Padre, gracias por otra mañana en la que tú derramas tus bendiciones sobre nosotros. Este es un día más de bendición que Tú haces Señor y nosotros nos alegraremos y gozaremos en él. Guíanos a través de todas nuestras acciones y ayúdanos  para hacer más tu voluntad en todo lo que emprendamos. Que nuestro corazón desee usar los dones y talentos que tú nos has dado para servirte y darte la gloria sólo a ti. Que nunca nos olvidemos de ser agradecidos por todo lo que tú haces, aún en esos momentos tan difíciles. Si tú estás con nosotros Señor, ¿quién contra nosotros?

Señor, que nuestros pensamientos estén llenos de esperanza y valor en Cristo Jesús el día de hoy. Por favor, dános la fuerza para enfrentar cualquier desafío que venga en nuestro camino y hacer que cada momento cuente. 

Estamos de acuerdo y oramos por la dirección del Espíritu Santo en este viaje que representa nuestra vida no importando qué cosas sucedan, sabemos que tu voluntad es darnos la victoria en cada batalla que enfrentamos y respondes a cada una de nuestras preguntas.

Presentamos delante de ti nuestros corazones abiertos a tu dirección y consejo. Somos humildes y te agradecemos por tantas bendiciones que nos has otorgado, las que se ven y las que no se ven, también. Te alabamos porque reconocemos que tú nos das de tu poder para vencer cualquier barrera que se quiera interponer a nuestro paso.

Espíritu Santo, dános las palabras que requerimos hablar en cada situación, danos palabra de sabiduría y consejo. Guíanos en nuestros pensamientos, decisiones y acciones. Señor, derrama de tu Gracia y Misericordia que genuinamente estamos buscando. Queremos seguir y hacer tu voluntad.

Ayúdanos Señor a tener un refrescamiento y renovación en nuestras vidas al estar en tu presencia. Que esa paz que sobrepasa todo entendimiento sature nuestro corazón y entendimiento.

Gracias Señor por esa fortaleza y valor que nos das cuando es probada nuestra fe. Ayúdanos a mantenernos fuertes y a enfrentar la adversidad. Sabemos cuánto nos amas Señor y por eso te lo pedimos ahora.
Tú eres Jehová Jireh y sabemos que provees para suplir todas nuestras necesidades, aún cuando a veces lo ignoramos. Abre nuestros ojos para ver tu amor dondequiera que lo estés mostrando. Ayúdanos a confiar en ti Señor, aún cuando las circunstancias parecen inciertas o terribles.

Confiamos, Señor, en que no importa las pruebas que vengan a nuestra vida, tú siempre estarás con nosotros. Tú nunca fallas ni te olvidas de nosotros. Siempre nos ofreces tu consuelo y dirección cuando los tiempos son difíciles. Sabemos que nuestras necesidades serán suplidas en la medida que primero te busquemos a ti, Señor.
Tu provisión sobrenatural se desborda en nuestra vida, tú nos bendices grandemente.

Viviremos con propósito cada día de nuestra vida, viviremos intencionalmente el evangelio y no andaremos sin rumbo ni actuaremos imprudentemente.
Dános de tu sabiduría así como lo has prometido en tu Palabra para que tomemos sabias decisiones en todos los aspectos de la vida, aún en esas pequeñas decisiones y también en las grandes, las que marcan nuestra vida.

Queremos vivir apasionados y bien prendidos para hacer las buenas obras que como hijos tuyos nos corresponde hacer mientras vivamos en esta tierra. Queremos vivir con propósito y visión de lo eterno al mismo tiempo.

Nosotros creemos que recibiremos lo que estamos orando y pidiendo en tu nombre señor Jesús y te damos la gloria sabedores que esta oración es contestada por ti, que eres nuestro Dios y Señor.

Oramos en el precioso y maravilloso nombre de Jesús.

Amén.

Cómo Una Telaraña Puede Protegerte

Photo by engin akyurt on Unsplash

Mucha gente está pasando por problemas de inseguridad, violencia e incertidumbre. La enfermedad Covid19 ha provocado miedo a ser contagiado, a no poder superar la enfermedad y crisis económica, empleo y desesperación que esta conlleva. Hay un clamor grande por protección, seguridad y conservación de la vida buscando continuar con la vida que hace un año se catalogaba como normal. Se hace necesario encontrar ayuda que nos indique la forma para salir adelante, se requiere seguridad y certeza que hay algo más.

En este tiempo, ya no importa cuánto dinero tengas o qué tantos logros hayas obtenido, pues los problemas que estamos enfrentando como humanidad nos sobrevienen. La incertidumbre e inseguridad que han generado los problemas de salud y económicos están provocando una escalada de miedo y desesperación en todos los ámbitos de la vida. ¿Qué debemos hacer para enfrentar esta crisis? ¿Qué se necesita para vivir seguros? Seguramente te lo has preguntado, porque en eso sí, la humanidad toda, está en la búsqueda de una respuesta. Los cristianos, sabemos que vivimos por fe y no por vista, la tenemos. Veamos qué.

Como cristianos, necesitamos valorar nuestra fe y en quién estamos depositando nuestra confianza. Es cierto, todos estamos enfrentando problemas y muy grandes. Cuando hay crisis, hay desesperación. La desesperación viene porque no podemos controlar las cosas que nos sobrevienen. Los discípulos del Señor Jesús se enfrentaron a esa inseguridad y temor cuando Jesús les dijo «Pasemos del otro lado». Ellos debieron enfrentar el mar que no les era extraño, pues eran pescadores, sin problema. Al paso del tiempo, sobrevino una tormenta que provocó temor y ansiedad en la vida de esos pescadores expertos. ¿Puedes imaginarlo? Unos hombres acostumbrados al mar tenían miedo porque sobrevino una tormenta que les hizo perder el control con el consecuente miedo y angustia traducidos en desesperación por miedo a morir. Buscaron ayuda a la única persona que podría ayudarles en ese momento, al Señor Jesús, ese Jesús que podía dormir en medio del ruido y tronar que provocaba la tormenta. Wow! ¿Te imaginas? Es tiempo de acudir a Él.

La desesperación y angustia que generan las circunstancias del momento en la humanidad hacen que busquemos a Dios, ahora más que nunca, no perdamos la oportunidad; pero sobre todo, confiemos en Él. Él puede darnos la paz y la estrategia adecuada aún cuando nos parezca muy simple o inverosímil.

Christine McTaggart, en su libro Today Is, comparte una ilustración que me parece adecuada compartir contigo ahora.

Durante la Segunda Guerra Mundial, un infante de marina estadounidense fue separado de su unidad en una isla del Pacífico. La lucha había sido intensa, y en el humo y el fuego cruzado había perdido el contacto con sus compañeros.

Solo en la jungla, oía a los soldados enemigos que se acercaban en su dirección. Luchando por ponerse seguro, subió por un alto risco hasta llegar a un lugar donde había varias pequeñas cuevas en la roca. Rápidamente se arrastró dentro de una de las cuevas. Aunque seguro por el momento, se dio cuenta de que una vez que los soldados enemigos llegaran y peinaran el lugar, rápidamente buscarían en todas las cuevas y lo matarían.

Mientras esperaba, oró: «Señor, si es tu voluntad, por favor protégeme. Sea cual sea tu voluntad, te amo y confío en ti. Amén».

Después de orar, se quedó quieto escuchando cómo el enemigo comenzaba a acercarse. Pensó: «Bueno, supongo que el Señor no me va a ayudar a salir de esta …» Entonces vio a una araña comenzar a construir una telaraña sobre el frente de su cueva.

Mientras miraba, escuchando al enemigo que lo buscaba todo el tiempo, la araña colocó una hebra tras otra de telaraña a través de la abertura de la cueva.

«Ja, pensó.» Lo que necesito es una pared de ladrillos y lo que el Señor me ha enviado es una telaraña. Si que Dios tiene sentido del humor.»

A medida que los soldados enemigos se acercaban, observaba desde la oscuridad de su escondite y podía verlos buscando una cueva tras otra. Cuando llegaron a la suya, se preparó lo más que pudo para hacer su última resistencia. Sin embargo, para su asombro, después de mirar en dirección a su cueva, se siguieron de filo. De repente, se dio cuenta que con la telaraña sobre la entrada, su cueva parecía como si nadie hubiera entrado durante bastante tiempo. «Señor, perdóname», rogó el joven. «Había olvidado que en ti una telaraña es más fuerte que una pared de ladrillos».

Todos enfrentamos tiempos de grandes problemas ahora. Nuestra oración confiando en Dios se hace necesaria. Activar la fe, esa que es del tamaño de mostaza, podrá ser la diferencia. Es muy fácil olvidar las victorias que Dios podría provocar en nuestras vidas, aunque a veces de la manera más sorprendente. Déjate sorprender por Dios. Recuerda: lo que sea que esté sucediendo en tu vida, con Dios, una mera telaraña puede convertirse en una pared de ladrillos de protección. Cree que Él está contigo siempre. Simplemente ora confiando en Jesús, su hijo, y verás su gran poder y amor por ti.

¿Cómo tomar decisiones?

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Toma las mejores decisiones en tu vida.
Todos los días tomamos decisiones. Por eso es importante saber cómo tomar las mejores decisiones, sobre todo, cuando son decisiones de suma importancia o que a veces no tenemos claro cómo tomarlas. Consideremos, pues la historia que nos da el libro de Génesis 13:5-15. Te invito a que la leas en la primera oportunidad que tengas, mientras tanto te diré que trata de Abram (antes de ser Abraham) y Lot quienes enfrentaron un conflicto familiar y para ello tuvieron que tomar decisiones.
Es interesante notar que Dios bendijo a Abraham grandemente por su decisión generosa y pacífica que tomó. Por otro lado, Lot no se dio cuenta del gran peligro en el que puso a su familia al escoger la tierra fértil y el ambiente corrupto de Sodoma.
¿Qué dice la Biblia acerca de tomar decisiones?
La Biblia está diseñada especialmente para ayudarnos a tomar la mejor decisión en nuestra vida, la que tiene que ver con nuestro arrepentimiento y cambio de vida para seguir a Jesucristo por el resto de nuestras vidas. (Ver Hechos 2:38; 1 Juan 2:6). Dios nos dice que lo pongamos a Él en primer lugar, para obedecerle y así poder escoger la vida eterna y las bendiciones que él nos ofrece. (Mateo 6:33; Deuteronomio 30:19-20).
Todas nuestras decisiones deberían contribuir hacia esta decisión máxima y propósito. Debemos evitar esas decisiones que nos lleven a dejar de poner a Dios y Su Justicia primero en nuestra vida.
No todas las decisiones tienen que ver con decidir entre lo bueno y lo malo, también las hay aquellas que tienen varias opciones y variedad de posibles elecciones, como la profesión y carrera o la persona con la que vivirás por el resto de tu vida. Lo interesante, es que la Biblia nos da principios para ayudarnos a identificar las mejores opciones. Exploremos la sabiduría bíblica para encontrar algunas de éstas claves:
¿Cuál es el punto inicial para encontrar sabiduría?
Lee Proverbios 1:7; Proverbios 2:2-6 y Proverbio 3:5-6
Cuando entendemos qué tan grande es Dios y qué tan pequeños somos nosotros podremos tener reverencia y temor de Dios. Esa que nos lleve a pedir su dirección y cuando estudiamos la Biblia, no sólo la entendemos sino que también aplicamos los principios de su Palabra, meditando en ella, siempre buscando que el Espíritu Santo nos indique los pasos a seguir.
Así que, buscamos sabiduría cuando tememos a Dios, oramos por su ayuda y estudiamos su Palabra para encontrar los principios bíblicos que podamos aplicar en las decisiones que enfrentamos.
¿Cómo debemos buscar sabiduría según la Biblia?
Proverbios 11:14 nos dice que confiar en gente con experiencia y gente que te pueda dar consejo es sano. Otras personas pueden ver nuestro problema desde un punto de vista diferente del nuestro, y, de esa manera darnos otras posibles soluciones que nosotros no podemos ver.
¿Cómo debemos definir y entender nuestros problemas cuando es necesario tomar decisión?
Proverbios 18:13; Proverbios 22:3; Juan 7:24
Una persona sabia cuidadosamente mira hacia dónde va e intenta prever cuáles serán las consecuencias antes de tomar una decisión.
Para una decisión importante, debemos invertir tiempo para entender los hechos, buscando examinar la situación más allá de los superficial y definir claramente cuál es el problema. Cuando somos capaces de ubicar el problema u oportunidad que tenemos al frente, seremos capaces de ver la posible solución con más claridad.
No está de más que se haga una tormenta de ideas para posibles soluciones; pero sobre todo, incluir el consejo de personas con experiencia a las cuales debemos consultar. Esto nos llevará a la parte final en la toma de la decisión teniendo claro cuál es el problema y una lista de posibles soluciones para escoger.
¿Cómo deberíamos tomar nuestra decisión?
Deuteronomio 30:19; Lucas 14:28-30
Si una posible solución requiere desobedecer un principio bíblico, bórrala de tu lista. Luego compara las opciones restantes con los principios bíblicos de la Palabra de Dios, el consejo sabio de otros, la probabilidad de éxito y los efectos que pueda traer tu decisión en el futuro en los demás. Cuidadosamente ve los pros y los contras y revisa el costo de tomar esa decisión.
Si la decisión no está clara. Tal vez necesites repetir el proceso en la búsqueda de hechos, la lluvia de ideas, la búsqueda de consejo otra vez. Si al final, te quedas con dos buenas opciones, entonces toma tu decisión. Pero nunca te quedes en la indecisión y la inacción porque eso puede ser peor que el no tomar una decisión.
Busca la sabiduría de Dios, sigue los principios de Su Palabra y confía tus decisiones y las preocupaciones que les acompañan siempre a Dios. Proverbios 3:5-6; Mateo 6:33-34. Recuerda, no debes violar los principios de la Palabra de Dios.

30 Cosas que puedes hacer en este fin de año:

Muchos celebran una fecha y hacen fiesta; sin embargo, es más bien, un buen momento para reflexionar sobre tu relación con Dios. Recuerda cuánto te ama Jesús y busca oportunidades para servir a tu familia, amigos y comunidad.

Con esto en mente, aquí te propongo 30 ideas para ayudarte a enfocarte en las cosas que más nos importan como cristianos:

  1. Comienza un plan de lectura bíblica. Puedes usar las herramientas gratuitas que te da https://www.youversion.com
  2. Levántate 10 minutos antes y ora por quienes no tienen hogar o tienen dificultades durante este tiempo.
  3. Sal a caminar, y da gracias a Dios por todas las cosas hermosas que ves, por favor no uses audífonos ni celular mientras tanto.
  4. No mires tus redes sociales la primera y la última hora todos los días. En su lugar, lee los evangelios, empieza en Mateo.
  5. Mírate en el espejo y agradece a Dios por la respiración que llena tus pulmones.
  6. Lee Salmos y ora pensando en el significado de las palabras allí escritas.
  7. Escucha música cristiana y canta. Alaba al Señor.
  8. Duerme bien la noche de los sábados para que estés listo (a) y sirvas en la iglesia el domingo.
  9. Escribe una carta a Dios. Séllala. Ábrela el día en que te reúnas a cenar con tu familia y compártela con ellos.
  10. Pregúntale a tu familia si puedes ayudar con alguna cosa en la casa.
  11. Ayuda a cocinar durante un almuerzo familiar.
  12. Ayuda a lavar los platos después de la comida.
  13. Haz actividades en conjunto con amigos o familiares.
  14. Planea y haz trabajos junto con tu familia en casa. Pintar, por ejemplo, recoger y limpiar tu cuarto, también aplica.
  15. Pregúntale a tu familia si puedes orar por algo que esté sucediendo en sus vidas.
  16. Ora de inmediato por los necesitados, no esperes.
  17. Escribe a todos los miembros de tu familia una tarjeta donde les digas que Dios les ama y tú también. Comparte con ellos un fragmento de la escritura y diles por qué estás agradecido con ellos.
  18. Organízate con tus amigos y procuren levantar a otro amigo.
  19. Dale a tus padres una noche libre.
  20. Agradece a tus padres por cuidarte durante el año. Escríbeles una tarjeta o una nota para que ellos sepan.
  21. Júntate con tu familia a leer en voz alta los evangelios durante estas vacaciones, tal vez unos cuantos versos por noche.
  22. Canten juntos canciones de alabanza, adoración, himnos. Procura no estar solo.
  23. Habla mucho acerca de Jesús en estos días, es lo mejor que puedes hacer. Exáltale con tus palabras y tus hechos.
  24. Crea un hábito de oración y ora por tus amigos después que hayas pasado el rato con ellos.
  25. Comienza un club de lectura para el próximo año en el que se reúnan, tú y tus amigos, para hablar sobre sus libros cristianos favoritos.
  26. Pide perdón cuando peques, concede perdón a otros cuando te lo pidan.
  27. No exageres tus historias, aprende a ser aceptado sobre la base de la aceptación que Cristo ha hecho por ti.
  28. No lleves tu teléfono a la iglesia y concéntrate en adorar a Dios. En todo caso, comparte un versículo de la Biblia al día con tus amigos.
  29. Pregúntale a tu pastor en la iglesia cómo puedes servir.
  30. Habla de Jesús, explica a la gente por qué te emociona servirle.